Violetta Aylward, enfermera del National Health Service, estaba al cuidado de un paciente cuadrapléjico, cuando por equivocación apagó la máquina que lo mantenía con vida, causándole un daño cerebral irreparable.
Jamie Merret estaba preocupado por el desempeño de la mujer e instaló cámaras de vigilancia en su habitación. Las imágenes muestran a la enfermera cuando apaga la máquina y luego es increpada por otra persona.
El video también muestra a Merret tratando de avisarle a su enfermera de la situación, haciendo movimientos con su lengua.
Las investigaciones sobre el incidente, ocurrido en enero del 2009, descubrieron que la compañía que contrató a la enfermera no tenía los sistemas adecuados para entrenar a sus empleados.